La moda de las tiaras ha vuelto así que ya no será necesario que las lleves en Carnavales o Nochevieja y lo más importante: ya no es una joya exclusiva de niñas.
Las tiaras son lo último y las más famosas de América ya lo han demostrado luciéndolas en las grandes galas. A mí personalmente no me quedan demasiado bien, pero a mi hija sí. Tiene una preciosa que se suele poner cuando tiene alguna cena con los amigos (se puede decir que aprovecha cualquier momento para ponérsela).
Las hay de muchos tipos y precios pero lo realmente importante es saber combinarlas de la mejor forma. Por eso, aquí os doy algunos consejos.
Cómo y cuándo llevarla
Lo primero que hay tener claro es que son un tipo de tocado y no por norma general son todas en forma de corona (lo digo para las más reticentes). También las podréis encontrar con forma de diadema. Este tipo de tiara según mi opinión es la mejor, pues combina con cualquier look que llevéis (vestido de cóctel, largo, con pantalones…).
Las tiaras “princesa” solo podéis llevarlas en casos muy especiales, como bodas o festividades como Nochevieja y Nochebuena o correréis el riesgo de crear el efecto contrario al que pretendéis. Para que vuestro look termine por triunfar, llevar un vestido sencillo y liso (sino os veréis demasiado recargadas), para que la tiara sea lo que destaque. Acudid también a la peluquería para que os hagan un peinado acorde.
Algunos ejemplos de tiaras
Aquí os daré algunos ejemplos de las tiaras con incrustaciones de joyas. Uno de los mejores ejemplos está en las tiaras con cristales de Swarovski. Son de mis favoritas porque da mucha luminosidad al rostro y entre todas estas joyas, es una de las de menor precio. Una amiga tiene una especialmente bonita que combina cristales de Swarovski con perlas.
Para las más pudientes hay tiaras hechas de diamantes, esmeraldas… Los precios rondan entre los 4.000 euros (las más baratas), hasta aquellas que pertenecen a las casas reales y que pueden llegar a rondar los 2 millones de euros. Se dice que la tiara más cara fue la que perteneció a la Reina Victoria, fabricada con esmeraldas y diamantes y cuyo valor ronda los 1,8 millones de euros.
Ahora os toca elegir a vosotras.
